¿Cómo tratarlos?
Según la pediatra Lina Osorio, los padres deben definir si están en capacidad de pagar un colegio especial que le brinde al niño los elementos que requiere para su avance; sin embargo, el costo suele ser elevado y es probable que deba continuar sus estudios en una institución educativa normal.
De ser así, deben informar a las directivas y docentes del plantel que el menor tiene capacidades intelectuales excepcionales, de modo que elaboren un plan especial de educación para el niño durante su desempeño en grupo.
Es necesario que reciba el estímulo adecuado para que se relacione con otros pequeños de su edad y comprenda que, aunque le resulten aburridos, son infantes de quienes puede aprender y con quienes será más divertido jugar.
Es recomendable, igualmente, que tenga contacto con juegos que le exijan concentración, como rompecabezas, inicialmente de fichas grandes y luego medianas, para aumentar progresivamente el grado de dificultad e incentivar así la inteligencia del niño y su capacidad para identificar formas, colores y espacios.
Al niño también se le deben entregar libros interesantes, lecturas avanzadas que igualmente le aporten conocimiento y, a través de estos libros, permitirle explorar diversos tópicos y definir qué área es la que más le interesa, para así incentivarlo.
En casa, se sugiere continuar con la misma disciplina y mantener horarios fijos para la alimentación, el descanso, el juego y el estudio. No por ser ‘superdotado’ tendrá derecho a hacer lo que quiera y cuando quiera, pues puede convertirse en un niño indisciplinado.Es bueno que el niño y sus padres aprendan jugando y exploren juntos libros, videos y herramientas como Internet, de manera que orienten al menor y sienta que tiene un espacio para desarrollarse tanto en casa como en el colegio.
Es igualmente bueno e indispensable que los padres refuercen en su hijo lo bueno de relacionarse con niños de su misma edad, pues los pequeños con capacidades ‘excepcionales’ tienden a desplazar a sus amigos por los adultos, ya que estos les resultan más interesantes, o se sienten aislados al no disfrutar de la misma manera los juegos normales de sus compañeros.
Esto es fundamental, pues aunque sean ‘superdotados’, finalmente siguen siendo niños de 3 o 4 años de edad.
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